8

Identidad < --- Identificación colectiva < -- Colectividad on line < -- Políticas de la identidad sexuada en Internet < -- Mapas < -- pdf <

MAPAS COGNITIVOS O (DES)ESTRUCTURA CONCEPTUAL DEL PROYECTO

 

 

Documento completo (pdf) < e-dentidades: loading-searching-doing (cartografías del sujeto on line)

RESUMEN Y CONCEPTO

E-dentidades -loading-searching-doing- es un trabajo de investigación sobre las condiciones de producción de subjetividad en el medio electrónico, un medio convertido en un nuevo espacio político y cognoscitivo del sujeto. E-dentidades es también un experimento, una lectura creativa de diversas cartografías del sujeto on line, una analogía de la deriva ciber, un mapa de navegación fragmentado, un palimpsesto web. E-dentidades propone una lectura de Internet como nuevo espacio de conocimiento del ser, donde producciones de net.art y empresas-marca como Hotmail, Netscape o Google permiten, mediante acciones loading-searching-doing, crear identidad a través de dinámicas de software y bases de datos. Formas de acción similares las que usarían ambos (net.art e ISP), un mismo contexto (Internet como nuevo agente especulativo de la diversidad del ser) pero diferentes pretensiones: comerciales, estéticas o políticas.

E-dentidades es una reflexión sobre las nuevas formas de producción, experimentación y devenir de la identidad a través de Internet, una especulación que pretende ser deconstructiva y parcial, estratégica, ciberfeminista y políticamente fundamentada, tal como sugiere Haraway, "trenzada y transformada por otras voces en conversaciones compartidas, sin separar los ámbitos científico-técnico de las metáforas e imágenes políticas, económicas y sociales" [1] de nuestro contexto cultural.

Esta reflexión va acompañada de una propuesta de deriva por "mapas de desorientación" donde, tal como hemos introducido, no recurriremos solamente a obras de net.art que exploran, implícita o explícitamente, las nuevas condiciones de producción de identidad mediadas por las tecnologías, sino también a proveedores de servicios de Internet (ISPs), plataformas corporativas on line (buscadores, navegadores, proveedores de servicios gratuitos de correo electrónico y servicios de chat) convertidos en nuevos dispositivos ontológicos del sujeto. Espacios donde se experimentan y producen identidades temporales, ficticias, alternativas, arbitrarias, intencionadas, reversibles, ampliables, modificables, código e interfaz.

El proyecto se articula sobre un estudio teórico de carácter crítico materializado en un trabajo hipermedia donde también hay lugar para espacios experimentales que incitan al lector-usuario a producir identidades loading-searching-doing, identidades-marcas en los profiles-prosopon de aquél que se pronuncia.

Las acciones loading-searching-doing vienen sugeridas por nuestro "ser" en la red, en la deriva virtual. "Ser" en el reino de "lo inmaterial" a través de navegadores, en las búsquedas y preguntas a los buscadores-oráculos. "Ser producidos" en los dispositivos de búsqueda que nos permiten crear itinerarios al azar, construir una imagen a partir de fragmentos referenciales extraídos y numerados en bases de datos de interminables registros. Identidades-archivo, biografías-data-base, sujetos excedidos, mapas rizomáticos de lenguaje.

Mediante el e-mail gratuito: identidad a través de un alias que precede al apellido global @hotmail, al gentilicio punto com propio de la nueva tecno-geografía de la red. Alias que "significan" al sujeto, que obligan a repensar y a sustituir el nombre propio por alguna variante reducida, fechada o numerada del mismo: maria03, por variantes más frívolas: marchosa21, nombres y fechas encriptados: jmp82, apodos: raton30. Números de serie irrepetibles para habitar un espacio más grande, una base de datos de escala mundial.

También a través del chat como "tiempo" de manumisión y consentimiento del "no sentido", donde quien entra asume que accede a un espacio liberador de otras formas de ser, donde lo que no se dice también circula como pacto implícito. El chat no es una fiesta de disfraces que esconde los temores y envalentona a los individuos, es un text-carnival permanente, incondicional e inmaterial, de horario ininterrumpido, sin derecho de admisión, una sala oscura que nos atiende con la ferocidad consumista de un Seven-Eleven. No importa tu cara, qué lleves puesto, el color de tu piel, tu sexo, tu edad. Prescindir del cuerpo, un alivio para muchos chateadores, te permite fluir, dejarte llevar y construirte cada vez, contextualmente, ser en tanto que aconteces. Hacer y deshacer prótesis de identidad de nuestras vidas fuera de la red. No importa quien eres, sólo que converses. Con el chat creamos identidades como soplos, como insectos que existen sólo en tanto se pronuncian. Protegidos por un avatar en el chat buscamos algo imprevisto, dejar nuestra voluntad en manos del mundo, de Internet, ponernos en el camino y esperar a que el mundo nos dé una sorpresa, que el/la/lo que soñamos nos abra un privado. Lanzarnos a la indeterminación y a la seducción pura. Se trataría, parafraseando a Spinoza, de "transferir nuestra voluntad al mundo" [2] , la responsabilidad de concebirnos en un espacio regido por el "pensamiento impersonal del otro".

**

Proponemos una reflexión sobre las nuevas experiencias de producción de identidad en el límite con lo artístico, en los márgenes borrosos que suscitan las empresas de Internet en el contexto de las nuevas industrias culturales. Pretendemos que las producciones artísticas conversen con nodos cotidianos de nuestra deriva ciber como serían Google y Hotmail. De ellos se desprenden no sólo nuevas formas de producirnos como sujetos sino también como colectividades, nuevos espacios para la esfera pública, con todo lo que esto supone para la convivencia en territorios del orden de lo simbólico, espacios virtuales donde manan identidades electrónicas que confluyen, proyectan o superan a las de un mundo off line.

 

[1] HARAWAY, D.: Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, Madrid, Cátedra, 1995.

[2] BAUDRILLARD, J.: El intercambio imposible, Madrid, Anagrama, 2000: p. 91.