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  METODOLOGÍA -NOTA A PIE DE PÁGINA- [1]


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"Sólo cuando las redes digitales se organizaron en hebras y enlaces, las notas a pie de página empezaron a triunfar sobre lo que en otro tiempo habían sido cuerpos de texto organizados. Los programas de hipertexto y la Red son retículas de notas a pie de página sin puntos centrales, principios organizativos ni jerarquías." (PLANT, S.: "Zeros + Ones: Digital women + the new technoculture". Fourth Estate, Londres, 1997).

Como los discursos hipertextuales, la metodología que proponemos propugna estructuras horizontales y no lineales. De esta manera el proyecto-web "e-dentidades" se articula sobre una estructura hipertextual y, de manera simbólica, también hemos optado por representar esta opción en el documento de texto incorporando la metodología como nota a pie y no como cuerpo principal.

"El hipertexto (...) como forma de textualidad digital en la que los vínculos electrónicos unen lexias, o fragmentos de textos, que pueden adoptar la forma de palabras, imágenes, sonido, video, etc, promoviendo una lectura multilineal, multisecuencial o no lineal y trasladando, así, parte del poder de los autores a los lectores." (LANDOW, G.: "Hipertexto. La convergencia de la teoría crítica contemporánea y la tecnología". Paidós, Barcelona, 1995).

La diferencia estructural de los discursos hipertextuales es que suspenden la lectura mediante referencias interconectadas y centrífugas abocando al lector al "vértigo de las posibilidades" entre niveles, fragmentos y estilos distintos. El discurso hipertextual es tanto el texto como un reflejo de la estructura de la red, sugiriendo en referencia a ésta (Internet) tanto una relación metonímica como una relación metafórica, una "metáfora epistemológica".

Las posibilidades técnicas de la era de la factibilidad técnica y las ideas estéticas propias de la posmodernidad (entre ellas, la defensa del texto abierto, desestructurado y rizomático y su realización plena en el receptor-lector) dibujan en la red y en los discursos hipertextuales una escena perfecta para desarrollarse el uno en el otro.

No obstante, la deriva propia del discurso hipertextual puede tender a una comprensión más creativa del discurso, aunque también corremos el riesgo de que el lector tienda a la banalización del mismo. Para que las asociaciones generadas por el hipertexto puedan ser creativas se requiere, tal como señala Idensen (IDENSEN, H.: "Die Poesie soll von allen gemacht werden". En MATEJOVSKY, K. Y KITTLER, F. (eds.) (1996): "Literatur im Informationzeitalter". Campus, Francfort, Nueva York: p. 149.), que las interferencias entre los discursos se hayan convertido en ámbitos productivos. Una metodología que ejemplificara formalmente nuestra propuesta requiere por tanto una realización hipertextualizada y periférica, una liberación real de la linealidad. El gesto, sin duda, también sería simbólico de una crisis de las estructuras sociales y políticas que han sustentado las organizaciones jerárquicas y lineales del discurso históricamente y, por consiguiente, de la gestación de un cambio posible a través de la red.

Los discursos hipertextuales sugieren aquella idea de Eco en la que se refiere a una "conciencia teórica difusa". Existe mucha teoría al respecto, sobre todo proveniente de las investigaciones prospectivas sobre la literatura en Internet. Uwe Wirth (WIRTH, U.: "Literatura en Internet. O: ?A quien le importa quién lea? En GIANNETTI, C. (ed.) (1998): Ars Telematica. ACC L'Angelot. Barcelona: pp. 59 -70) nos recuerda algunos casos: Robert Coover, por ejemplo, cuando habla del "fin del libro" y en su lugar sitúa los "laberintos electrónicos"; Jurgen Fauth refiriéndose a la "ficción hipertextual"; Christian Paul que sugiere un panorama tal vez más traumático al referirse al "psicodrama de la interactividad". Al respecto, también resulta interesante recordar las ideas de Julia Kristeva en relación a cierta literatura experimental de los setenta sobre la relación entre los cambios lingüísticos y los cambios en el estatuto ontológico del sujeto. Decía Kristeva que "las modificaciones lingüísticas son modificaciones del status del sujeto -de su relación con el cuerpo, con los otros, con los objetos" (KRISTEVA, J.: "Revolution in Poetic Language". Columbia University Press, 1990). En este sentido, pensar cómo los cambios ontológicos en el estatuto del ser se materializan en modificaciones lingüísticas y viceversa nos obliga a hablar de nuevas formas de narratividad, en este caso, de las estructuras hipertextuales sobre la que se articula la World Wide Web en relación con las nuevas metodologías discursivas del sujeto. Estas formas de constitución rizomáticas sugieren paradigmas de comunicación alternativos al narrativo lineal, propio de un sistema hegemónico y patriarcal que se intenta deconstruir. Si atendemos a lo expuesto por Paul de Man al referirse a la deconstrucción como "la posibilidad de incorporar las contradicciones de la lectura en un relato que fuera capaz de soportarlas" (DE MAN, P.: "Alegorías de la lectura". Lumen, Barcelona, 1990: p. 84) podemos pensar que las narraciones del sujeto más contemporáneas con clara intención deconstructiva tienen en las estructura hipertextuales un medio óptimo para desarrollar sus discursos, para tolerar la ambigüedad y la contradicción.

La participación activa que requiere un discurso hipertextual permite que el uso simbólico de la expresión "lectura como escritura" sea literal. De manera análoga a la "actividad estructural" descrita por Barthes, "textos y argumentaciones diversos pueden ser tanto enredados como desenredados" (WIRTH, U.: Op. cit : p. 60).

De esta manera, pensamos que las nuevas metodologías de investigación no pueden permanecer al margen de las nuevas formas de estructurarse la información en la era digital. Los discursos hipertextuales inauguran un nuevo espacio para el intercambio discursivo y conversacional. No obstante la estructura horizontal no tiene ni centro ni periferia, puede contribuir de igual manera al desconcierto semántico y también a la desorientación "cartográfica" de quien lee un mapa sin saber su posición en el mismo. Sin embargo esta sensación dilucidada desde una posición pragmática no tendría importancia si consideramos, como Wirth indica, que la lectura en Internet "es estética y no pragmática" (Ibid, 61) y en ella se reclama el derecho a la confusión, como señala Adorno, esta lectura (la estética) incita a "ver en las cosas más de lo que son". Como en los procesos de imaginación de subjetividades, todo puede tener que ver con todo.

Estas modificaciones en las formas de escritura-lectura mediadas por tecnologías son significativas de cambios más profundos, a otros niveles. Julia Kristeva realiza una interesante reflexión al respecto en relación a las prácticas literarias experimentales, que consideramos oportuno comentar:

"Esta práctica -cierta literatura moderna- no da testimonio solamente de una "crisis" de las estructuras sociales y de sus equivalente ideológicos necrofílicos y retardantes: tales crisis han existido en la aurora y en el declinar de cada modo de producción (...) ese estadillo, por su aislamiento específico en el interior del ámbito discursivo de nuestro tiempo, revela que las modificaciones lingüísticas son modificaciones del status del sujeto -de su relación con el cuerpo, con los otros, con los objetos." (KRISTEVA, J.: Op. cit.)

Según Kristeva lo que diferencia a las prácticas no ortodoxas de escritura es que tienen una clara conciencia de que, en determinadas condiciones socioeconómicas y políticas, es posible desplazar a las "prácticas significantes instaladas socialmente" mediante la creación de un discurso que sea "el elemento mismo de una práctica que implica el ámbito de las relaciones inconscientes, subjetivas, sociales..." una práctica que podría compararse a la de una "revolución política".

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Esta metodología huye del esencialismo y la totalización propios de una metodología que pretenda una búsqueda objetiva. Pretende ser deconstructiva y parcial, estratégica y políticamente fundamentada, tal como sugiere Haraway, "trenzada y transformada por otras voces en conversaciones compartidas, sin separar los ámbitos científico-técnico de las metáforas e imágenes políticas, económicas y sociales" de nuestro contexto cultural. Una metodología:

Dialéctica (que permita la integración entre formas de trabajo teórico, práctico y experimental), creativa y artífice de alternativas, deconstructiva y parcial, tolerante, (auto)crítica, respetuosa con la ambigüedad, transversal, irónica, ciberfeminista, comprometida con la dificultad de nuestra época.