Cortinilla
inicial para cada programa
Beatriz García Prieto Nombres. Mini-DV,
color, sonido, 1' Cortesía de la artista Una continua sucesión de nombres que, uno tras otro, se van tachando.
Una larga lista de mujeres que día tras día son víctimas de la violencia.
Un gesto repetitivo y cruel... Un grito de denuncia en su nombre,... en el
de tantos nombres,... cuyas voces se han callado. Una llamada a la reflexión.
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programa 1. Duración: 91'
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Cecilia
Barriga
El
origen de la violencia . 2005, DVD, color, sonido, 1' Cortesía de la artista.
"El
objeto de deseo a veces nos provoca tanta violencia que no sabemos que hacer con
él. Se sitúa en el lugar oscuro donde no es posible distinguirlo tan fácilmente,
de modo que podemos ocultarlo bajo una apariencia armónica y amorosa. Al filmar
esta escena en la selva amazónica y ver a este niño, tierno e inocente, jugar
con su gatito, descubrí el despertar de la violencia. |

| ¿Qué fue lo que hizo que este
juego amistoso con el pequeño animal se transformara en un acto de pura fuerza?
Quizás fue mi mirada, quizás fue la cámara. Lo que sea que sucedió provocó en
el chiquillo una necesidad de notoriedad que sin duda le llevó a la fuerza y,
al final, a la brutalidad de la violencia, a la demostración irrefutable de su
poder. Cuando perdemos la inocencia todos somos capaces de la violencia más abyecta,
sin límites. Domesticarla es una labor que se construye gracias a la represión,
ésa que nos enseña la cultura. ¿Y qué hay cuando llega el desamor y la violencia
se queda desnuda de artificios? No nos sentimos queridos y admirados, nuestro
yo está roto. Durante siglos lo femenino ha sido tratado por el poder como
una identidad pobre y débil: como ese niño indígena, también habitante de una
periferia, en este caso la del desarrollo. Ese desprecio, esa minusvaloración,
nos llena de rabia y de ira contenida".
Cecilia Barriga
Paul McCarthy y Mike Kelley Cultural
Soup. 1987, Beta,
color, v.o.s. 6'55” Cortesía de Electronic Arts Intermix, Nueva York. Desde
el principio de su carrera, Paul McCarthy ha incorporado elementos de performance
en su obra. Esta práctica empezó en 1966-67, en su época de estudiante, cuando
creó una serie de dibujos en negro quemando los lienzos con un soplete. | 
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McCarthy a menudo recurre al vestuario, al atrezo y los
decorados de Hollywood para presentar su propia versión demencial. Como productor
y propagador de la cultura popular y sus valores, en obras como Pinoccio Pipenose
Householddilemma, 1994; Family Tyranny y Cultural Soup, habla
de una familia disfuncional y representa un drama doméstico. El retrato que McCarthy
presenta nunca se ajusta a la imagen oficial. Ver su obra produce la sensación
de asistir a un horror privado -desde las actividades incestuosas de Heidi,
1992, hasta el sexo improbable en Yaa Hoo, que continúa en Santa's Theater-.
La mirada voyeur ha sido una constante en la obra de McCarthy. Realizado
en colaboración con Mike Kelley, Cultural Soup fue grabado durante una
sola sesión en un estudio de televisión de acceso público, donde McCarthy construyó
un escenario tosco parecido a los que se ven en las comedias de situación televisivas.
Según Kelley, "él me llamó para ayudarle. Cuando le pregunté qué quería que
hiciese me contestó: 'Yo soy el padre y tú, el hijo'. Nada más. Cuando llegué
al estudio se pusieron en marcha las cámaras y, durante al menos seis horas, se
grabaron las imágenes. Las dos películas resultantes sólo contienen una pequeña
selección de material". Por sus elementos performativos, ver esta obra es una experiencia
divertida, pero también desconcertante, ya que cualquiera podría llevar el disfraz
de elfo atormentador. En estos dos vídeos, como en obras anteriores, McCarthy
convierte a los espectadores en dobles de los protagonistas, implicándoles en
la acción.
Kevin McCourt y Gabriel Martínez Fathers, Husbands, Sons / Padres, maridos, hijos
. 2002, vídeo, color,
sonido, 1' 30'' Cortesía de los artistas. "Hemos utilizado el español y el inglés
para enfatizar que la violencia no tiene idioma. El título del vídeo nos sitúa
frente a los agresores, porque gran parte de la violencia que sufren las mujeres
es obra de personas con las que comparten su vida. Así, mientras el español
sitúa la narración en un contexto 'local', el inglés la proyecta a un ámbito transcultural
más ?universal?". Kevin McCourt y Gabriel Martínez |

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Un retrato-documental de mujeres maltratadas. En
tan sólo 90 segundos esta obra consigue condensar el retrato del daño, de la fragilidad
emocional a la crisis de los sentimientos, de la destrucción del concepto de hogar
al miedo y la negación de la vida. Representa también lo que algunos autores llaman
"Ciclo de la violencia," el cual generalmente se manifiesta en tres
etapas: acumulación de tensión, momento crítico y agresión, y reconciliación romántica.
La primera fase se refiere al acumular, en un periodo de tiempo determinado,
las pequeñas diferencias entre la pareja, habiendo por parte del hombre insultos
verbales e insinuaciones de insatisfacción ante cualquier situación de enfado.
Por parte de la mujer hay un control ante estas reacciones, tratando de calmar
la situación siendo complaciente y tolerante. En la segunda hablamos de violencia
obvia, física o de carácter psicológico severo. Mientras el hombre intenta controlar
a la mujer, a través de esta violencia comunicada como un castigo incontrolado,
ésta reacciona con sumisión, aún negando la violencia que ya ha sufrido. Finalmente,
la última, es la de la reconciliación romántica. El arrepentimiento del hombre
ante lo que ha hecho, queriendo recompensar con gestos cariñosos y muestras de
cambio de carácter, aunque esta fase es temporal. A la vez, es una trampa para
la mujer, ya dispuesta a solucionar el problema sin importar las consecuencias
de probable violencia en el futuro. Cuando este ciclo empieza, hace que la mujer
no tenga temor ante la situación vivida, ya que piensa que las agresiones no volverán
a repetirse y confía en el cambio y el arrepentimiento. Sin embargo, vive aterrorizada
sin aceptar que ha caído en un ciclo de violencia.
Sadie Benning A Place Called Lovely . 1991,
Beta, b/n, v.o.s. 14' Cortesía de Video Data Bank, Chicago. A Place Called Lovely revela una sociedad en la
que la violencia en sus diversas formas se encuentra presente en nuestras vidas
cotidianas. Una norteamérica racista y homofóbica describe
a través de su voz el descubrimiento de la violencia: un día caluroso y húmedo
de julio de 1979 una mujer caminando por la carretera del lago Nisakey al suroeste
de Atlanta tropezó con una pierna humana. Cuando la policía llegó encontró
los cuerpos de dos chicos adolescentes: Alfred Evans y Edward Hope Smith. 27 niños
más fueron encontrados durante los siguientes años. |

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"Yo nunca los conocí pero jamás los olvidaré porque cuando esos
niños fueron asesinados todos los niños moríamos un poco. Mi fe en el mundo se
disipó y pensé en el día que nací, en mí confianza en la vida, a pesar de no estar
de acuerdo con el mundo del que he llegado a formar parte". Las alusiones
a la inquietante cercanía de las armas de fuego se mezclan con imágenes violentas
de videojuegos o fragmentos de filmes como Psicosis para terminar con una escena
en la que Sadie Benning, delante de la bandera de los EEUU, expone su discurso
en torno a los signos de una cultura de la violencia.
Maria ArlamovskyLoud and Clear / Laut und Deutlich.
2001, Beta, color,
v.o.s. 67' Cortesía de la artista y Nikolaus Geyrhalter Film Produktion, Alemania.
"Hablamos sobre culpa y sufrimiento, confusión, olvido y represión.
Más que nada, pretendía averiguar como fueron capaces de hacer frente a la verdad
y seguir adelante con sus vidas a pesar de unas heridas tan hondas. Cada uno está
dispuesto a hablar sin tapujos sobre el pasado, no tienen nada que esconder."
María Arlamovsky |

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Las últimas estadísticas publicadas en Europa apuntan
a que una de cada cuatro mujeres y uno de cada siete hombres han sido molestados
sexualmente o han sufrido abusos durante su infancia. En Loud and Clear
cinco mujeres y un hombre hablan sin pudor sobre los efectos del abuso sexual
en sus vidas. Después de años y en algunos casos décadas, son capaces de encontrar
las palabras con las que describir como estos afectaron estos hechos. Todos ellos
lograron sobrevivir a los aspectos más dolorosos de enfrentarse con sus experiencias,
a menudo después de años de terapia. En lugar de asumir el papel de víctimas,
se ven a sí mismos como supervivientes, gente que ha aprendido a analizar, catalogar y reconsiderar
sus experiencias de la infancia. A través de las historias de estos supervivientes,
Arlamovsky muestra la dificultad de la superación del trauma del abuso sexual
en la infancia y ofrece diversas perspectivas de reflexión. |
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