h a b i t a r ooe noo(p u n t o)oo n e t T E X T O S ¿DÓNDE
ESTÁ EL FEMINISMO EN EL CIBERFEMINISMO?
1.
El rechazo del feminismo "de la vieja escuela" (década
de los setenta). ¿Cómo
es que tantas mujeres jóvenes (y hombres) en los EE.UU. (y en
Europa) saben tan poco incluso acerca de las historias más recientes
de las mujeres, ni qué decir de los movimientos feministas del
pasado y sus filosofías? Es una tentación apuntar con
el dedo a los sistemas educativos y a las instituciones que siguen tratando
las historias de las mujeres y las de las poblaciones raciales y étnicas
marginadas como si fueran anexas a la historia "normal", relegándolas
a unos cursos o departamentos especializados. Pero los problemas subyacen
en una capa aún más profunda. La tarea política
de construir un movimiento es una pericia que se debe volver a aprender
en cada generación, y requiere la ayuda de unas practicantes
experimentadas. La lucha por mantener vivas las prácticas y las
historias de resistencia hoy en día es más difícil
teniendo en cuenta la cultura de consumo que prospera con las novedades,
la velocidad, la obsolescencia, la evanescencia, la virtualidad, la
simulación y las promesas utópicas de la tecnología.
La cultura consumista siempre se mantiene joven y hace que hasta el
pasado más reciente aparezca remoto y mítico. Mientras
las mujeres jóvenes están a punto de entrar en la economía
de la tecnología, muchas feministas mayores no están seguras
de cómo tienen que considerar los temas de las mujeres que trabajan
con la nueva tecnología, ni de cómo adaptar las estrategias
de las feministas a las condiciones de la nueva cultura de la información.
Por lo tanto, el problema para el ciberfeminismo es el de cómo
incorporar las lecciones de historia en la política de las feministas
activistas para tratar adecuadamente los temas de las mujeres en la
cultura de la tecnología. Obviamente
el problema de perder conocimiento histórico y conexión
activa con los movimientos radicales del pasado no se limita al feminismo
-es endémico en los movimientos de la izquierda en general-.
Cuando discuto sobre la importancia de conocer la historia no pretendo
rendir un homenaje nostálgico a los momentos de un pasado glorioso.
Si las ciberfeministas desean evitar los errores de las feministas del
pasado, deben comprender la historia de la lucha feminista. Y si pretenden
expansionar su influencia en la Red y negociar los temas de las diferencias
más allá de los límites generacionales, económicos,
educativos, raciales, nacionales, y experimentales, tienen que buscar
coaliciones y alianzas con grupos diversos de mujeres relacionadas con
el circuito integrado de las tecnologías globales. Al mismo tiempo,
es igualmente importante una estrecha familiarización con los
estudios post-coloniales y con las historias de la dominación
imperialista y colonialista -y la resistencia a ellos - para una práctica
informada de las políticas ciberfeministas. 2.
Cibernena-ismo.
Las
distintas trayectorias del cibernena son importantes como vectores de
estudio, investigación, invención, y afirmación.
Pero no pueden reemplazar el trabajo duro que se requiere para identificar
y modificar las estructuras de género, de contenido y de los
efectos de las nuevas tecnologías sobre la mujer a nivel mundial.
Si es cierto que, como argumenta Sadie Plant, "el papel de las
mujeres en la aparición de las máquinas digitales no ha
sido poco relevante.... [ya que] han sido las mujeres las simuladoras,
ensambladoras y programadoras de las máquinas digitales, (6)"¿por
qué entonces hay tan pocas mujeres en puestos visibles de liderazgo
en el mundo de la electrónica? ¿Por qué las mujeres
representan un porcentaje tan pequeño de los programadores informáticos,
diseñadores de software, analistas de sistemas, y hackers, si
son ellas la mayor parte de los tecleadores, ensambladores de chips,
instaladores y teleoperadores sin formación que mantienen en
funcionamiento los datos globales y los bancos de datos? ¿Por
qué persiste la percepción popular de que las mujeres
son tecnofóbicas? Lamentablemente, la lección de Ada Lovelace
es que a pesar de que sean las mujeres las que más han contribuido
al invento de los ordenadores y a su programación, ello no ha
hecho cambiar la percepción --o la realidad-de la condición
de la mujer en las nuevas tecnologías. Pasar por chicas malas
en Internet por sí sólo no va a desafiar el status quo,
pero podría proporcionar unos momentos refrescantes de delirio
iconoclasta. Pero si se uniera la energía y la invención
de las nenas a la teoría y la práctica de la política
comprometida.....¡Imaginaros! ¡Imaginaros
a las teóricas ciberfeministas uniéndose a las net.artistas
más lanzadas y astutas de la Red para visualizar nuevas representaciones
femeninas de los cuerpos, lenguajes y subjetividades en el ciberespacio!
Actualmente (en los EE.UU.) existe poca colaboración entre las
profesoras teóricas feministas, artistas feministas y la cultura
popular de mujeres en la Red. ¿Qué sucedería si
estos grupos trabajasen conjuntamente para visualizar e interpretar
unas teorías nuevas, haciéndolas circular de una forma
popular y accesible? Imaginaros que utilizáramos las redes electrónicas
existentes para conectar los diferentes grupos de usuarias de ordenadores
(incluidas las teletrabajadoras y las programadoras teclistas (keystrokers))
en un intercambio de información sobre sus condiciones de trabajo
día a día y de sus vidas en la Red; imaginaros que utilizáramos
esta red de información como una base de acción para tratar
los temas de las trabajadoras digitales en la reestructuración
global del empleo. Dichos proyectos podrían unir tanto las aspiraciones
utópicas como las políticas del ciberfeminismo. 3.
Utopismo en la Red.
Aunque
el rechazo de la definición parezca una táctica atractiva,
sin jerarquías y contra la identidad, en realidad se lo servimos
en bandeja a aquellos que preferirían un quietismo en la Red:
Dad a unas cuantas mujeres afortunadas unos ordenadores con que jugar
y se callarán, dejarán de quejarse. Frente a esta actitud
las ciberfeministas deberán ser muy cautelosas y críticas.
El acceso a Internet aún sigue siendo un privilegio, y de ninguna
manera deberá considerarse un derecho universal (ni siquiera
esto sería necesariamente útil ni deseable para todos).
Mientras que el marketing genial del consumismo ha tenido éxito
en hacer que ser propietario de un PC parezca tan imperativo como disponer
de un teléfono, los ordenadores son de hecho herramientas poderosas
que pueden proporcionar a su poseedor una ventaja política (el
ordenador personal es el ordenador político). Si la Red es cada
vez más el canal a través del cual muchas personas (de
las naciones superdesarrolladas) obtienen la mayor parte de su información,
entonces importa mucho cómo participen las mujeres en la programación,
en fijar las políticas, así como en las formaciones del
contenido de la Red, ya que hace falta contextualizar la información
que se obtiene de la Red tanto por parte del receptor como por parte
del remitente. En Internet, el feminismo dispone de un nuevo público
transnacional que necesita educarse en su historia y en sus condiciones
contemporáneas desde el momento en que predominan en los diferentes
países. Para muchos, el ciberfeminismo podría ser el punto
de entrada al discurso y al activismo feministas. Aunque hay una gran
cantidad de información sobre el feminismo disponible en la Red
-y nuevos sitios web se abren constantemente -hace falta recordar que
cuanto más se contextualice políticamente esta información,
y se enlace a las prácticas, al activismo y a las condiciones
de la vida cotidiana, más probabilidades hay de que sea efectiva
para ayudar a conectar y a movilizar a la gente (9). Un ejemplo potente
se encuentra en la Red Zamir (Zamir "por la paz ") de la BBS
y el e-mail que se creó tras estallar la guerra civil en Yugoslavia
en l99l para poner en contacto a los activistas de la paz en Croacia,
Serbia, Eslovenia y Bosnia a través de las fronteras vía
ordenadores host de Alemania. Se trata de que los ordenadores son algo
más que herramientas juguetonas, juegos de consumismo o máquinas
personales de placer -son las herramientas del propietario, y tienen
significados y usos muy diferentes para diferentes poblaciones. Harán
falta unos pilotos muy astutos para navegar por estos canales. Aunque
las ciberfeministas desean evitar los errores perjudiciales de la exclusión,
la lesbofobia, la corrección política y el racismo, que
en algunas ocasiones formaron parte del pensamiento feminista en el
pasado, el conocimiento, la experiencia y el análisis feministas
y sus estrategias acumuladas hasta ahora son cruciales para que su trabajo
pueda seguir adelante. Si el objetivo es crear una política feminista
en la Red y dar poder a las mujeres, entonces las ciberfeministas deberán
reinterpretar y transponer los análisis, las criticas, las estrategias
y la experiencia feminista para confrontar y refutar las nuevas condiciones,
las nuevas tecnologías, y las nuevas formaciones. La (auto)definición
puede ser una propiedad emergente que surja de la práctica y
cambie con los movimientos de deseo y acción. La definición
puede ser fluida y afirmativa-una declaración de estrategias,
acciones, y objetivos. Se puede crear una solidaridad crucial en el
hogar de la diferencia -la solidaridad, más que la unidad o el
consenso-la solidaridad como base para una acción política
efectiva. Las
ciberfeministas tienen demasiado que perder para alejarse asustadas
de las duras y estratégicas acciones de la política por
miedo a las discusiones, la ideología y las diferencias políticas.
Si yo prefiriera ser una ciberfeminista en lugar de una diosa, mejor
será que sepa el porqué, y que esté preparada para
dar una razón. Una
célula ciberfeminista La
responsabilidad de la organización de los días de trabajo
del CI la asumió OBN (Old Boys Network)-un grupo formado para
tal fin de unas seis mujeres -con consultas on-line con todas las participantes.
Gracias a las comunicaciones on-line entre el comité de las OBN
y las participantes, las relaciones de trabajo en colaboración
así como el contenido de las reuniones ya se había establecido
antes del momento en que se reunieron las participantes cara a cara
en Kassel. Participó en el CI un grupo variado y cambiante de
más de treinta mujeres (autoseleccionadas mediante una invitación
abierta a las socias de la FACES listserv, [con un grupo central de
unas diez]). Desde
el primer día este proceso de colaboración -una forma
que recombina los procesos de grupos de feministas, autoorganización
anárquica, y un comité rotativo- se desarrolló
entre mujeres de más de ocho países y de entornos económicos,
étnicos, profesionales y políticos diferentes. Cada día
empezaba con una reunión de las participantes en el Hybrid Workspace
para trabajar en grupos divididos por tareas (textos, prensa, técnica,
fiesta de clausura, etc.) y para organizar el programa público
del día. A esto siguieron tres horas de conferencias y presentaciones
públicas para el público de Documenta. A continuación,
el grupo cerrado se reunió de nuevo para cenar y comentar temas
como la definición del cyberfeminismo, los objetivos de los grupos
y las acciones y los planes para el futuro. Se dividió el trabajo
según la inclinación y la pericia de cada una; no había
una lista de deberes y no hubo ningún pensamiento preconcebido
de que todas trabajasen la misma cantidad de horas. Los horarios flexibles
permitieron la convivencia, actos espontáneos, puestas en común
y tiempo personal. La conexión constante entre las participantes
al FACES listserv se mantuvo electrónicamente. Prácticamente
todas las actividades de grupo quedaron grabadas en video, grabadora
de audio y fotografía. Los equipos personales de informática
de las participantes se montaron en el espacio abierto para el trabajo/reuniones
y la mayoría de las conferencias se acompañaron con unas
imágenes proyectadas de los sitios web de las conferenciantes.
Una participante enseñó al grupo a montar las conexiones
de CU_SeeMe_ y después continuó participando de forma
virtual porque se tuvo que marchar; y dos rusas que intentaban unirse
al CI en Kassel, enviaron por fax un diario de su viaje ilegal mientras
pasaban de un país a otro para evitar problemas con sus visados.
Así pues, hubo una interacción interesante entre lo virtual
y la presencia en vivo. Las interacciones cara a cara fueron vividas
de forma mucho más intensa y vigorosa que las comunicaciones
virtuales, y forjaron diferentes grados de afinidad entre individuos
y subgrupos, y a la vez hicieron que todas las diferencias fueran más
palpables. El brainstorming y las acciones espontáneas parecían
producirse más fácilmente en las reuniones cara a cara.
La oportunidad de las sesiones inmediatas de preguntas y respuestas
y los debates después de las conferencias también permitieron
unos intercambios más íntimos y exploratorios de lo que
suele ser posible a través de la comunicación on-line.
Y lo que es más importante, todas las presentaciones, la formación
práctica y las discusiones tuvieron lugar en un contexto de debate
intenso sobre feminismo, lo que provocó una consciencia constante
de la relación vivida de las mujeres con la tecnología. La
gran variedad de contenido presentado en conferencias, proyectos web
y talleres trató muchos de los temas de último momento
que conciernen al ciberfeminismo: la teorías de la visualización
de la diferencia entre los sexos en la Red; las autorrepresentaciones
digitales de las mujeres online como avatares y cuerpos de datos; análisis
de las representaciones de género, sitios web con sexo, cibersexo,
y porno femenino; las estrategias de la fusión de géneros
y la hibridez para combatir lo estereotipado, el esencialismo, y las
representaciones sexistas de las mujeres; el feminismo como un "navegador";
los peligros del deseo fetichista por la información y la paranoia
que han creado las nuevas tecnologías; la diseminación
del conocimiento sobre la mujer a través de la historia; los
estudios de las diferencias entre las mujeres y los hombres programadores
y hackers; un examen de las estrategias del arte electrónico
feminista; los modelos feministas de la educación tecnológica;
los temas de salud de las mujeres en la Red; y un debate sobre cómo
organizar y apoyar unos proyectos de interrelaciones entre feministas
en diferentes países (10). Las
mayores victorias de los debates del CI fueron la confianza, la amistad,
una comprensión y una tolerancia más profunda de las diferencias;
la habilidad de celebrar unos debates sobre unos temas controvertidos
y divisorios sin una ruptura del grupo; y una educación mutua
sobre los temas de las mujeres inmersas en la tecnología, además
de una comprensión más clara del territorio para la invención
ciberfeminista. Aunque el CI no consiguió una lista formal de
los objetivos, actos y planes concretos, conseguimos un acuerdo general
en referencia a las áreas que requieren trabajo y estudio adicionales.
Una preocupación continua es cómo hacer que el ciberfeminismo
sea más visible y efectivo para llegar a las diferentes poblaciones
de las mujeres que utilizan la tecnología. Las opciones que debatimos
incluían la creación de un buscador ciberfeminista capaz
de enlazar páginas web feministas estratégicas; informes
según cada país sobre las actividades de la Red y la ciberorganización
para las mujeres; la formación de coaliciones con mujeres técnicos,
programadoras, científicas y hackers para enlazar la teoría
feminista en la Red, los contenidos y la práctica con la investigación
e inventos tecnológicos; los proyectos de educación (tanto
para hombres como para mujeres) en la tecnología, programación
y diseño de software y hardware, que trataría de las construcciones
tradicionales de los géneros y los prejuicios basados en la tecnología;
y estudios adicionales sobre cómo la reestructuración
global continua de la labor de las mujeres es un resultado de los cambios
omnipresentes introducidos por la tecnología informática.
El
"(Ciber)Feminismo como un navegador para ver la vida." (11) NOTAS 1. Caroline Bassett, "With a Little Help from Our (New) Friends?" mute, Agosto l997, 46-49. 2. VNS Matrix webpage: [sysx.apana.org.au/artists/vns/] 3. Rosi Braidotti, "Cyberfeminism with a difference." [www.let.ruu.nl/womens_studies/rosi/cyberfem.htm] 4. Las cien antítesis completas se encuentran en Old Boys Network [http://www.icf.de/obn] 5. Braidotti. Ibid. 6. Sadie Plant, Zeros + Ones: Digital Women + the New Technocultures. Nueva York: Doubleday, l997. p. 37 7. Faith Wilding y el Critical Art Ensemble, "Notes on the Political Condition of Cyberfeminism."[http://mailer.fsu.edu/~sbarnes] 8. Utilizar el término "feminismo" es muy distinto a utilizar el término "mujeres"-sin embargo tal vez habría que considerar el uso del término "cibermujerismo," que reconoce la crítica del feminismo blanco racista tan acertada que realizó Audrey Lorde, Alice Walker, bell hooks, y otras. 9. Véase, por ejemplo, la lista de las 1.000 páginas web de feministas o relacionadas con mujeres en el libro de Shana Penn, The Women's Guide to The Wired World. Nueva York: Feminist Press, l997. 10. Para una información más amplía sobre el primer encuentro de Cyberfeminist International y las ponencias véase [http://www.icf.de/obn] 11. Alla Mitrofanova, la presentación del primer encuentro de Cyberfeminist International en Kassel, Septiembre l997. (Faith Wilding, una participante fundadora del movimiento de arte feminista, es una artista multi-media, escritora y activista-feminista que actualmente reside en Pittsburgh, EE.UU.) Traductores: Raymond Lang y Sílvia Garriga. |
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