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![]() | No-pasatiempo (2004) | ![]() | ![]() | ![]() | ||||
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No-pasatiempo es una propuesta esteganográfica
sobre la violencia doméstica. Requiere de la intervención
del que mira no sólo para unir los números y lograr visibilizar
una posible imagen escondida, la voluntad de intervención es además
una metáfora política. Aquél que se enfrenta al carácter
lúdico de la propuesta fácilmente puede producir (descubrir)
otras imágenes, rebelándose contra la numeración
y el recorrido sugerido. Podría así negarse a descubrir
lo que ya intuye, hacer caso omiso y convertir los números en parte
del lienzo sobre el que dibuja, obviar o incluso abstraer las imágenes
de maltrato que sutilmente se advierten y convertirlas en cualquier otro
dibujo, en cuyo trasfondo seguiría latiendo una línea inacabada,
una escena deconstruida que mira implacable (a quien quiera ver). Como
en la más realista de las situaciones es necesaria una voluntad
interventora que convierte en imagen lo que viene dado como estructura.
No es casual que esos puntos numerados recuerden a un plano, a una pre-fabricación
(por tanto a un artificio), a un estadio primero de un proyecto, la violencia
doméstica se asienta también en una fase previa a la de
su ejecución, subyace como problema estructural (en los bocetos
patriarcales de todas las culturas). No obstante requiere de su repetición,
de su actualización, para ser mantenida. Como estrategia del poder
no viene dada en la estructura del cuerpo (no es estática) sino
en la estructura de convivencia en un sistema de dominación. Huyendo
de una representación literal de escenas de violencia doméstica
y de la inmunización que dichas imágenes (como casi todas
las de violencia) nos producen por su saturación mediática,
en No-pasatiempo las imágenes (sin realismo ni sangre) sólo
aparecen para señalar al que las dibuja. Hay en ese proceso una
responsabilidad compartida de todo áquel/la que participa de su
alumbramiento. No es sino en la suma de los ojos que miran (y en las miradas
denuncian) que la normalización de la violencia deja de ser un
delito dispensado, consentido. Internet también opera como posible
línea visibilizadora en tanto trae al espacio de lo público
lo neutralizado como femenino-privado-doméstico, y al hacerlo es
indudable su anudamiento, su irreversibilidad sin cambios, como en toda
propuesta artística feminista. R.Z.
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