El lugar de las mujeres en el Metro de la Ciudad de México (2001)

http://ciberfeminista.org/metro/
http://ciberfeminista.org/subway/

Cindy Gabriela Flores [bio]

Internet ha suscitado numerosas comparaciones con diversas redes físicas de comunicación. La que se establece en la obra de Cindy Gabriela Flores trasciende la primera lectura que dos redes de comunicación, relativamente económicas, con usuarios diversos y que permiten mantener los niveles de productividad de una ciudad mediante la conexión, pueden suscitar. La analogía es más precisa y tiene que ver con la coincidencia de modelos patriarcales que inciden en delimitar "el lugar de las mujeres en el Metro de la Ciudad de México" (una "barrera de género obligatoria") y "el lugar de las mujeres en la red Internet". La mirada de "mujer" "ciberfeminista" de la artista es determinante para los ejercicios de visibilización y extrapolación de uno a otro espacio. El hecho de que los dos primeros vagones del metro de la Ciudad de México estén ocupados sólo por mujeres es, como sugiere la artista, un fenómeno de demarcación, en este caso preventiva, que presupone ya un riesgo posible de violencia de género, y que en la red tendría una similitud, si consideramos que es el mismo efecto de poder patriarcal el que lleva a la creación de "espacios de mujeres". Si bien la demarcación de espacios exclusivos para la mujer en Internet no parece estar relacionada con el riesgo de ser víctimas de la violencia, al menos no física si el cuerpo no está. No obstante, sí existe una marginación implícita basada, primero, en la necesidad de crear dichos espacios y, segundo, en la connotación peyorativa que lo "feminizado" sigue teniendo para la sociedad en general. Por otra parte, lo que acontece en el metro diferiría de lo que pasa en la red en cuanto que la medida de agrupamiento de mujeres no es una decisión compartida y libre de éstas, sino una imposición, una medida cautelar ante el sobreentendido riesgo de sufrir algún tipo de acoso o muestra de violencia por parte de los hombres. Sería por tanto un mismo origen (formas de dominación) y efectos que guardan similitudes, en ambos casos el "otro" mujer se vive como una inestabilidad, pero mientras en los vagones de mujeres del metro hay miedo por esa violencia latente (actitud defensiva), en los espacios creados voluntariamente por mujeres (dentro y fuera de Internet) el "otro" mujer es una amenaza (activa) para el patriarcado, una esperanza para la igualdad. R.Z.