¿No es para muchos maltratadores la radicalización de un sentimiento de propiedad sobre sus parejas una manera de contrarrestar los posibles intentos de emancipación e independencia (económica, laboral, personal) de "sus" mujeres? Desde aquellas inolvidables sentencias de algunos de los considerados ilustres pensadores de nuestra cultura, que condenaban en sus púlpitos, en sus libros, en "su" historia a la mujer, proclamándola esclava del hombre por su "debilidad física y mental" , hasta las más mediáticas y todavía contemporáneas frases de maltratadores ("la maté porque era mía"), siempre subyacen en todas estas sentencias de muerte, una advertencia, un mandato desde el poder, como intentando almacenar un excedente de avisos por si a alguien se le ocurre desnivelar o desjerarquizar la situación hegemónica. Esta advertencia (materializada en la sangre, en el golpe, en la palabra) no puede ser entendida como un hecho concreto y aislado, cada golpe es una cita. En la violencia de género, el abuso mediante la palabra o el cuerpo no es nunca un suceso singular, cuando se produce se rememoran todos los actos de esa índole que le preceden. En su pronunciamiento (verbal o físico) cada una de las muertes, heridas o abusos hacia las mujeres de todas las culturas, de todos los tiempos, están presentes. En la reiteración se arraiga y se fortalece el acto de dominación de manera que a veces es necesario sólo un gesto para advertir lo que procede (o puede proceder). Una palabra, un tono de voz, se convierten entonces en metafóricamente performativos, su mera enunciación (a veces incluso sólo la intuición de su presencia, su preámbulo, como el comienzo de una cita que todos tenemos memorizada) produce aquello que significa: la violencia como forma de autorregular una situación de poder.
Frente a las representaciones literales de la violencia: preguntas en los límites materiales y discursivos de la identidad sexual en Internet; superposiciones entre lo físico, lo simbólico y lo sociológico en lo inmaterial; narración (y representación) de la violencia sobre la mujer cuando el cuerpo queda atrás, "desplazado" por una pantalla que une y separa. OBRAS >>-- TEXTO >>